En estos meses que hemos estado estudiando la asignatura “Las
matemáticas y su didáctica” podemos concluir que el profesor de matemáticas debe
tener una cultura matemática amplia, que le permita escoger aquellos tópicos de
la teoría que se pueda presentar al estudiante de manera que despierte en él un
interés por explicar la situación presentada, y más aún fomente la investigación
y profundización en el tema.
Hemos aprendido la importancia de estudiar
matemáticas, ya que éstas no sólo nos servirán en el ámbito educativo, sino también
en nuestro día a día. Las matemáticas están presentes en todo, si nos paramos a
observar nuestro alrededor, y esto se lo debemos transmitir a los niños cuando
seamos maestros.
También me gustaría
señalar lo divertido que ha sido
estudiar matemáticas de una forma tan distinta a como lo hemos estado haciendo
hasta ahora; el haber estudiado matemáticas como maestros.
Quizás la parte más complicada de este proceso ha sido el hecho de cambiar nuestra visión de las matemáticas desde como lo hemos hechos siempre, una perspectiva de alumno, y como hemos debido hacerlo ahora, una visión de profesor. Debemos motivar a los niños a ver las matemáticas de una forma diferente, no como algo impuesto que debe aprender por obligación para aprobar; sino como una herramienta que les va a ser de utilizad en su vida diaria y que puede llegar a ser incluso divertida. Es labor del profesor y de su capacidad creativa e imaginativa el poder transmitir al niño esa pasión e interés por las matemáticas, del mismo modo que un profesor de lengua deberá transmitir a sus alumnas el placer de la lectura. Acercar al niño a las matemáticas es una labor complicada que sólo la va a saber desempeñar el buen maestro, y eso es lo que nosotros debemos intentar llegar a ser, buenos maestros que no sólo transmitan conceptos, sino que éstos conceptos sean llevados al ámbito procedimental y actitudinal en forma de juegos y actividades amenas que fomenten el interés, la creatividad, la motivación, el esfuerzo hacia las matemáticas.
Quizás la parte más complicada de este proceso ha sido el hecho de cambiar nuestra visión de las matemáticas desde como lo hemos hechos siempre, una perspectiva de alumno, y como hemos debido hacerlo ahora, una visión de profesor. Debemos motivar a los niños a ver las matemáticas de una forma diferente, no como algo impuesto que debe aprender por obligación para aprobar; sino como una herramienta que les va a ser de utilizad en su vida diaria y que puede llegar a ser incluso divertida. Es labor del profesor y de su capacidad creativa e imaginativa el poder transmitir al niño esa pasión e interés por las matemáticas, del mismo modo que un profesor de lengua deberá transmitir a sus alumnas el placer de la lectura. Acercar al niño a las matemáticas es una labor complicada que sólo la va a saber desempeñar el buen maestro, y eso es lo que nosotros debemos intentar llegar a ser, buenos maestros que no sólo transmitan conceptos, sino que éstos conceptos sean llevados al ámbito procedimental y actitudinal en forma de juegos y actividades amenas que fomenten el interés, la creatividad, la motivación, el esfuerzo hacia las matemáticas.
Y por último:
JENNIFER VIEJO HIDALGO
EVA CARRERAS TERUEL
ANA LOZANO ALONSO
LUCÍA GUILLÉN LÓPEZ
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